7 le apresaron vivo y le obligaron, a él y a sus sucesores en el trono, a
pagarles un gran tributo, a entregar rehenes y a ceder
8 algunas de sus mejores provincias: la provincia índica, Media y
Lidia, que le quitaron para dárselas al rey Eumeno;
9 los de Grecia habían concebido el proyecto de ir a exterminarlos,
10 y en sabiéndolo los romanos, enviaron contra ellos a un solo
general, les hicieron la guerra, mataron a muchos de ellos,
llevaron
cautivos a sus mujeres y niños, saquearon sus bienes, subyugaron el país,
arrasaron sus fortalezas y les sometieron a servidumbre hasta el día de hoy;
11 a los demás reinos y a las islas, a cuantos en alguna ocasión les
hicieron frente, los destruyeron y redujeron a servidumbre.
12 En cambio, a sus amigos y a los que en ellos buscaron apoyo, les
mantuvieron su amistad. Tienen bajo su dominio a los reyes vecinos y a los
lejanos y todos cuantos oyen su nombre les temen.
13 Aquellos a quienes quieren ayudar a conseguir el trono, reinan; y
deponen a los que ellos quieren. Han alcanzado gran altura.
14 No obstante, ninguno de ellos se ciñe la diadema ni se viste de
púrpura para engreírse con ella.